Año 2017 de nuestra era.
Tras nefastas acciones políticas de la Izmierda nuestra patria vive inmersa en una guerra civil. Todo lo que antaño fuese digno de amar en nuestra convulsa nación ha quedado reducido a cenizas, dejando paso a un nuevo periodo en nuestra ibérica historia: MAZP MAX

28 de abril de 2007

CAPÍTULO UNDÉCIMO - Polvo, sudor y sangre. (II)

Las tropas de la R.P. ya empezaban a subir la dura pendiente de la duna desde la que abríamos fuego. Se acercaban dos progre-soldados cuándo, sin darme tiempo a reaccionar vi como el Capitán Daniel se levantaba y se arrojaba literalmente de cabeza sobre uno de ellos derrumbándolo. Empezó a rodar con su víctima llevándose por delante a un par de enemigos más que siguieron dando volteretas por la escarpada arenosa.

Yo algo menos impaciente me colgué el fusil a la espalda y esperé al primer insensato que osase escalar hasta la cima. Y llegó un candidato, muy corpulento, que debía de medir algo más de dos metros frente a mi metro ochenta y seis de altura. Esperé a que estuvo a mi merced, entonces, exhausto el gigante giliprogre lanzó un puñetazo que a penas me costó esquivar y pudiendo devolverle el gesto. Con la diferencia de que mi puño, al contrario que el de él, se estrelló contra su mandíbula inferior. Atontado el gigante, me lancé contra el, le agarré con una mano el cogote y coloqué rápidamente mi codo contra su cuello a la altura de la nuez. Al caer sobre la arena se escuchó el crujido de cómo la nuez se hundía mortalmente en su garganta. Me levanté con uno de mis revólveres en la mano derecha y el cuchillo de combate en la siniestra.

_ ¡Arrrrrggg! ¿Serás cerdo? _ Daniel había recibido un duro golpe en la cara con la culata de un rifle de un progre-soldado, que lo miraba estupefacto, incrédulo al ver como aquel oficial del MAZP se quejaba, sujetándose la naríz de la que emanaba abundante sangre_ ¿Y qué cojones estás mirando imbécil?_ le preguntó, tras pegarle un puñetazo que dejó al de la R.P. fuera de combate, tirado en la arena.

_ La guerra está perdiendo toda seriedad y formas..._ Me quejé sonriéndole.

_ ¡Cállate merluzo! Al menos a ti no te han roto la nariz.

_ Deja de quejarte nenaza.

_ ¡YO NO SOY UNA NENAZAAAA!_ gritó encolerizado, desenfundado sus dos colt, y disparando a un progre-soldado que se le acercaba por detrás, intentando sorprenderlo. Girándose después hacia la izquierda disparando a otro que salió entre la multitud y cayó de espaldas por la fuerza del disparo. Tras esto puso sus brazos en cruz disparando ambos revólveres que derribaron a dos incautos más que se desplomaron cual árboles van._ ¿Está claro?

***

Al este de aquel punto, el teniente coronel Legionarius y sus hombres sufrían de lo lindo. Eran atacados por una división de hombres de la R.P. equipados con lanzallamas, que crearon una barrera de fuego que ya había carbonizado a no menos de cincuenta hombres de la División Amarilla del Águila de San Juan.

_ ¡Vamos muchachos! ¡Tenemos que abrir una brecha!_ gritaba el eufórico oficial_ ¡Sargento Sahndrah, por qué cojones no se abren paso!

La Sargento se acercó corriendo hasta su Jefe de Escuadrón, asustada al ver como sus compañeros caían gritando agonicamente, envueltos en llamas. Era una imagen desoladora, sus Águilas no eran capaces de abrirse un hueco entre aquellos lanzallamas. Disparaban a ciegas, debido a la casi imposible visibilidad de las ráfagas del ataque ígneo.

_ Señor estamos sufriendo demasiadas bajas, quizá deberíamos plantearnos una retirada. no podemos penetrar esa barrera de fuego. _ espetó la sargento empapada en sudor y desesperanza.

_ ¡Me cago en to lo que se menea!_ maldijo el oficial, arrancándole una de las granadas que llevaba aquella mujer colgadas del chaleco, a la que arrancó la anilla y lanzó contra la barrera de lanzallamas del enemigo.

La explosión fue tremenda. Una veintena de progre-soldados salió volando por los aires e hiriendo a no menos de cincuenta que se encontraban cerca. Dibujándose entre le fuego y el humo un agujero visible.

_ ¡Ya tiene la puerta abierta Sargento! ¡Carguen! ¡POR ESPAÑA!

Las Águilas de San Juan gritaron exaltados. Cargando hacia la brecha y entrando, por fin, en combate.
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2 comentarios:

Mapashito dijo...

Que guapo! Ni en el desembarco de Normadía! Les estamos dando una paliza!
Vamos!!
A por ellos!

Legionarius dijo...

Con soldados decididos a que sólo haya un final posible en nuestras filas todo es posible.

Sargento Sahndrah, es todo un honor contar con tu presencia en la División.

Ahora...¡A por ellos!